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Magnífica reflexión del famoso Padre Salvador Herrera, con Manuel Capetillo grabada en MARIAVISION EN VIVO (click) muy apropiado para todas las familias, ya que en la mayoría de las familias hay hijos: chicos o grandes, y muchos otros por nacer, y la sanidad desde esta perspectiva, aplica para todos-sin excepción.
Magnífica meditación desarrollada en base al precioso libro llamado: "RECORDANDO NUESTRO HOGAR: SANAR HERIDAS Y RECIBIR DONES DESDE LA CONCEPCION HASTA EL NACIMIENTO" (de Sheila y Matthew Linn, que tienen una Unción espiritual muy especial, muy profunda, y que desarrollan un gran apostolado dentro de la Renovación).
Si escuchas completo al menos el primer video, creo que querrás escuchar todos los demás, porque de verdad está muy interesante. Esta reflexión no es exclusiva para padres o madres: es para ambos, es para la familia.
1) La sanidad desde el vientre materno aplica para todos los hijos (nacidos y por nacer).
2) Para los que ya son grandecitos o mayores: la Oración es atemporal, y para Dios TODO está EN PRESENTE; es decir, el pasado y futuro son para nosotros, pues Dios está más allá del cronos (tiempo nuestro) y El sí puede obrar-si se lo pides-en esos momentos sin ningún problema (El es atemporal; está fuera de nuestro tiempo).
En el vientre se determinan muchísimas cosas que suceden con los hijos durante su vida. Y si tienes algun hijo con conflictos, o si se los quieres prevenir a los que están por nacer, debes escuchar y aplicar lo que nos recomiendan aquí. Para los 2 casos hay solución.
3) Para los que están en el vientre materno: lo vital de hablar con el niño, de expresarle nuestra alegría y cariño, de manifestarle nuestro amor, ya que ellos escuchan y responden ¡pues es tu hij@! y ellos están atentos, y responden a todos los estímulos; con algunos se sienten en paz y alegres, mientras que con otros se sienten amenazados y pueden traumarse: de ahí la importancia de hablar con ellos antes de cualquier procedimiento médico que el niño pudiera considerar invasivo, ofensivo o agresivo (aunque no lo sea).
4) Finalmente, termina con una Oración de reparación (ante el Santísimo Sacramento) por la matanza del aborto, disfrazada o "justificada" de mil maneras, infringiendo deliberadamente el mandamiento supremo de Dios: NO MATARAS!, por lo que todos los que apoyan (es decir, los que no se manifienstan en contra) de este crimen, darán cuentas a Dios. Oremos por esto tambien nosotros.